J. R.

Diagonal

Aprovechando su visita a Europa, DIAGONAL entrevistó a Wajdi Yaesesh, miembro de Human Supporters, y Amjad Rfaie, miembro de Darna, asociaciones ‘civiles’ de la ciudad cisjordana de Nablús.

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WAJDI YAEESH, de Human Supporters.

DIAGONAL: ¿Desde cuándo existe Human Supporters (HS)?

WAJDI YAESESH: HS se creó en 2002, pero hasta 2005 no fue reconocida legalmente. Nuestro objetivo es trabajar con los niños, ayudarles a superar sus traumas. Trabajamos en temas de igualdad de género, del respeto, de la educación, de la salud, de la diversión. También, por eso, hacemos fiestas para ellos. Otro objetivo es formar líderes dentro de la comunidad, que sean capaces de intervenir ellos solos en el futuro. Estamos en Nablús, tanto en la ciudad, una de las más habitadas de Palestina, como en los campos de refugiados y pueblos cercanos.

D.: La noviolencia es una de vuestras señas de identidad, algo poco habitual.

W.Y.: Luchamos contra la ocupación pero de manera noviolenta a través de manifestaciones o actividades sociales, como los picnics en los check-points. Esto último lo hacemos para intentar romper la lógica de abuso y humillación de los controles del Ejército. Queremos llevar la voz de los niños a los checkpoints y decirle a los soldados que estamos allí por nuestra libertad.

Nos sorprende mucho descubrir la ignorancia de los soldados sobre la ocupación. ¡No saben nada! Creen que no hay ocupación, han sido educados en eso, y es increíble. Sólo saben que tienen que parar a la gente en los check-points porque somos terroristas, y si hacemos un movimiento extraño dispararnos. Algunos soldados se niegan a hablar con nosotros, otros nos amenazan con dispararnos… Además, HS lleva ayuda a la población cuando el Ejército ocupa sus casas. Vamos con comida, con medicinas, con afecto… Ése es nuestro trabajo noviolento.

D.: Frente a otras opciones, ¿la noviolencia puede ser una estrategia con mayores resultados prácticos?

W.Y.: No lo sé. Es nuestra forma de lucha. Si trabajamos de forma violenta podemos morir, la ocupación nos mataría. Desde nuestro punto de vista vamos a sobrevivir más tiempo así que con otras estrategias de lucha. Quizá no, pero debemos intentarlo. La ocupación israelí usa la violencia, y los medios sólo sacan la resistencia palestina como si fuéramos terroristas, eso es lo que no queremos. Ahora la noviolencia es la forma más efectiva de lucha para nuestro pueblo. En Palestina alguna gente lucha con métodos violentos, otros lo hacemos sin ella, otros no luchan. La sociedad está dividida en tres partes. Cada persona tiene su forma de pensar, su forma de actuar. Estamos logrando ampliar nuestro apoyo local e internacional, y eso sí nos parece importante.

D.: ¿Existe alguna relación con grupos pacifistas israelíes?

AMJAD RFAIE: La sociedad israelí está fuertemente militarizada. Hay muy poca gente trabajando por la paz, y apenas tienen voz. Es difícil contactar con estos grupos, son muy minoritarios. Antes de los acuerdos de Oslo, estuve cinco años en la cárcel, por cuestiones políticas, después de la llegada de Arafat y la ANP creí que tendríamos nuestro propio Estado, pero nunca llegó. Mataron nuestro sueño. Si quieres una paz verdadera, tenemos que hacer una sociedad igualitaria, real, con dos Estados para dos naciones. Tengo dos opiniones. La realista y la irreal. La primera, dos naciones, sin guerra, sin asentamientos, sin violencia. La otra, vivir en un Estado democrático para todos, palestinos e israelíes, pero hay que creer en ello, y esto, en general, no ocurre.

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AMJAD RFAIE, miembro de Darna.

D.: En una situación de absoluta tensión, ¿cómo surgen proyectos desde la sociedad civil?

W.Y.: Nuestra energía surge porque somos jóvenes y estamos cansados de vivir traumatizados. Tenemos que hacer nacer una nueva fuerza, que contrarreste el sufrimiento. A veces organizando fiestas, campamentos. Conseguir que por un rato nos divirtamos… todo esto nos da energía, es lo que hace que sigamos luchando. Si la perdemos, perdemos nuestro sueño, nuestra esperanza. Nos habrían matado hace mucho tiempo.

A.R.: Hemos sufrido muchos problemas con la ocupación, no queremos que nuestros hijos sufran lo mismo. Por eso creamos el Darna Centre, para apoyarles y trabajar con la sociedad. Darna es una red de casi 90 asociaciones que trabajan con discapacitados, niños, mujeres. Todo relacionado con la democracia y los derechos humanos e, incluso con el deporte. Estar juntos y unidos, es nuestro objetivo. No estamos ligados a ningún partido, cada uno tenemos nuestra opinión, nuestras tendencias. Eso es muy enriquecedor.

D.: ¿Por qué habéis venido a Europa?

W.Y.: Para que aquí se conozca la realidad de Palestina, necesitamos grupos solidarios con nuestros proyectos, la creación de dos Estados, el fin a la ocupación. El Gobierno español y la Unión Europea están apoyando esta situación, que es terrible para nosotros. Todo esto genera mucha injusticia, muchas víctimas de la violencia de Israel, de su impunidad, de su soberbia. Y es inmoral mirar para otro lado en una situación como la de nuestro pueblo. Nuestros niños no pueden seguir creciendo con un trauma tan horrible.

 

 Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/spip.php?article6926